Quizá la receta
de esta tarta sea de las más antiguas de mi recetario. Llevo haciéndola más de
15 años y antes de que termine la temporada de fresas, quería compartirla con
todos vosotros.
Es una
elaboración sencilla que da mucho juego pues la puedes servir como tarta helada
o como yo te propongo, la opción que más me gusta, semifría. Es decir, congelada
pero guardada en el frigorífico unas horas. De esta manera se consigue un
postre frío y refrescante pero no helado. Es una tarta ideal para cuando no
tienes tiempo de preparar algo dulce pues la puedes hacer cuando quieras y tenerla
guardada en el congelador.
Respecto a la
elaboración, te explicaba en el especial “Bases para tarta”, cómo hacer la base de sobaos. Si éstos son buenos, te quedará
una maravillosa base con una textura uniforme y un sabor a mantequilla muy
rico.
El brillo de las
fresas aporta a la tarta un acabado muy “profesional”. En realidad es muy fácil
de hacer y no se tarda nada. Hay varias marcas en el mercado, que comercializan
éste preparado en polvo. Yo te animo a utilizarlo
pero siempre es opcional.
Mi reino por un
trocito de tarta….
TARTA
SEMIFRÍA DE FRESAS
Ingredientes:
Para
la base:
· 4 sobaos
Para
la tarta:
·
400
g nata para montar
·
600
g queso cremoso
·
100
g mermelada de fresa
· 2 cucharadas de
azúcar
Para
decorar:
·
200 g fresas
·
1
sobre de “brillo de tartas” ( opcional )
Así
lo hago yo:
-
Comenzamos
preparando la base de la tarta. Para ello, trituramos los sobaos con cualquier
robot de cocina.
-
Ponemos
los sobaos desmigados en la base de nuestro molde y alisamos la superficie con
las manos y con la ayuda del dorso de una cuchara. Tenemos especial cuidado en
los bordes.
-
Una
vez preparada la base, montamos la nata bien firme. Reservamos.
-
Para
hacer la primera capa de nuestra tarta, batimos
300 g de queso.
-
Al
queso batido le añadimos la mermelada de fresa. Batimos de nuevo y por último incorporamos con movimientos
envolventes, la mitad de la nata montada reservada.
-
Volcamos
la crema sobre la base de sobaos y alisamos la superficie con un paletín o
dorso de una cuchara.
-
Para
hacer la segunda capa, batimos los otros 300 g de queso junto con las 2
cucharadas de azúcar.
-
Añadimos
el resto de la nata montada y la integramos con cuidado para que ésta no se
baje.
-
Volcamos
la crema de queso sobre la primera capa de color rosada.
-
Alisamos
la superficie de la tarta.
-
Metemos
al congelador ( mínimo 5 horas )
-
Sacamos
del congelador y decoramos. Para ello, lavamos las fresas, las quitamos el
rabito, las secamos con cuidado y las colocamos sobre la superficie de la
tarta.
-
Si
queremos el efecto brillante sobre las fresas, utilizaremos un sobre de
cobertura para tartas y seguiremos las instrucciones del fabricante.
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Guardamos
en el frigorífico un par de horas.
-
Servimos.
¡ Qué te aproveche!
OOohhh!! Que pinta. Está la preparo. Como a mí me gustan, buenas y fáciles. Gracias por tus recetas. Un abrazo.
ResponderEliminarSe ve tremendaaa, tengo que ver por qué sustituyo el queso, pero me encanta!!
ResponderEliminarBesotesss
Que resultona!!además tiene que estar deliciosa. Y no parece difícil de hacer, algo muy importante para una patosa en reposteria como yo!!
ResponderEliminarNo me extraña que la hagas desde hace 15 años, si es que lo rico y bien hecho hay que repetirlo, un beso!!
ResponderEliminarquerica¡¡¡, me pondre con ella que seguro que en casa gust mucho.
ResponderEliminarbesos crisylaura